De izq. a der.: Mateo Gasparotti, Santiago Charles,Thomas Helguera y Renzo Zanella.

La Unión de Rugby de Mar del Plata volvió a visitar Casa Pumas, esta vez con 4 jugadores que pudieron entrenar y medirse con jugadores de la Academia de Buenos Aires y de otros lugares del país. Una experiencia que se repite y pone en el mapa a nuestro rugby.

Santiago Charles, Renzo Zanella, que repitieron experiencia, junto a Thomas Helguera y Mateo Gasparotti, jugadores de San Ignacio y Universitario, respectivamente, que fueron por primera vez, estuvieron los días lunes y marte en la Academia de Buenos Aires, entrenando junto a los jugadores del lugar, más otros invitados de otras uniones.

En Casa Pumas, los jugadores de nuestros clubes participaron de dos jornadas de entrenamiento, en donde se dividieron entre testeos físicos y ejercicios con pelota, en una experiencia que seguro será uno de los puntos altos de su temporada.

Mateo Gasparotti, que ya debutó en la Primera de su club, fue uno de los que se estrenó en esta visita a la Academia ubicada en Ingeniero Maschwitz. Luego de estos dos días de entrenamiento, aseguró que “estar en casa pumas fue una experiencia increible, desde el primer minuto se disfruto. Basicamente a lo que fuimos fue a medirnos con los chicos de Buenos Aires que vienen entrenando ahi, sirvió mucho para ver donde estamos parados”.

Además, agregó que “ponerse la camiseta del seleccionado y representar a mi club y a la union fue algo muy gratificante, con los chicos venimos entrenando mucho y que nos den esta oportunidad nos incentiva a seguir y redoblar esfuerzo”, y reconoció la incidencia de todo lo aprendido en el Centro de Rugby de cara a esta experiencia: “El CIAR es clave para desarrollarnos, la verdad que tenemos toda la ayuda para cada vez ser mejores jugadores. En cuanto a la metodologia es muy similar, se trabaja mucho en las habilidades especificas por puesto”.

Otros de los que visitó Casa Pumas por primera vez fue Thomas Helguera. El jugador que viene desde Valle Hermoso contó que “la experiencia fue buenísima desde el momento en que llegamos hasta que terminó la práctica, fue interesante y lindo compartir un entrenamiento con los chicos de allá, ya que estábamos ahí para medirnos y también poder aprender de ellos y de los entrenadores. Poder ver a que nivel están chicos de nuestra posición y plantearnos el objetivo de poder mejorar y estar a ese nivel”.

Por su parte, el joven jugador de San Ignacio fue un poco más allá y contó que “se sintió de lo mejor, estaba demasiado contento de poder haber llegado hasta ahí y poder compartir con gente de tan alto nivel, no importó que haya sido un solo entrenamiento sino que era para disfrutarlo al máximo y poder volver a Mar del Plata con correcciones y poder mejorarlas”.